Mientras la mayoría de los chicos juegan con autos o robots, Alexei Serrano se entretenía con lapices, hojas y crayones. Criado dentro de una familia de artistas en La Habana, armaba sus propios bastidores y desde muy temprana edad gracias al entusiasmo de su entorno logró perfeccionar su arte.
Estudió restauración de pintura mural y arqueología mientras armaba su atelier en el mismo cuarto donde dormia. Durante cuatro años pintó sin exponer en nigún lugar y mediante amistades realizó sus primeras ventas a turistas extranjeros. Ya habría tiempo para muestras, que llegarían años después tanto en LA Habana como en Buenos Aires, ciudad en la cual vive hace más de 10 años. Luego vendrían los primeros premios y las menciones, los trabajos por encargo, las ilustraciones para libros y por supuesto las ventas. Con los años Serrano continuó diversificando su arte, no solo pintando sino también diseñando objetos, velas, esculturas y escenografías, estando presente en cada una de sus manifestaciones su particular uso del color, las texturas y las técnicas variadas.
Revista Asterisco, Cultura al Día(#206)
17 de Febrero de 2011
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